Vasito o Cucurucho

Escrito por: un tipo comun

Ilustrado por: Emiliano Delgado

Estimado, en la vida hay dos tipos de personas: aquellas que comen el helado en vasito y aquellas que lo comen en cucurucho. Trataré en las siguientes lineas fundamentar tal aseveración.

Aquellos que desean su helado en vasito han tomado esta decisión -en la gran mayoría de los casos- debido a sucesivos fracasos a la hora de deleitar un cucurucho. La gama de fracasos es de una amplitud muy grande, pero todas ellas tienen como denominador común ropas manchadas, manos pegoteadas y por sobre todas las cosas, la imposibilidad de disfrutar de ese crocante cucurucho. Incluso nuestros padres, desde nuestra mas tierna infancia y con motivo de evitar el bochorno de nuestras acciones con el cucurucho, han influenciado, eligiendo para nosotros ese vasito fosforescente, ignorando que estaban digitando nuestra personalidad. Este simple y banal acontecimiento, esta simple elección que a priori no parece guardar ninguna relación con nuestra personalidad y forma de vivir, en realidad es todo lo contrario. Aquellos adeptos al vasito han priorizado el control en sus vidas, aun a sabiendas que la vida guarda algo más para ellos, que la vida no es solo ese vasito, y que esta tiene un sinfín de historias que ese vasito no conocerá. Qué es la vida? Un frenesí -decía el Segismundo de Calderón de la Barca- Pues bien, para los vasito-adeptos tal vez este frenesí nunca se les presente. Ellos viven en lo que podemos llamar su zona de confort, ese lugar en el que todo se encuentra bajo control, donde los pasos en falso no son una opción, tal vez para algunos de manera innata, o para otros producto de sus malas experiencias pasadas con el cucurucho. Los vasito-adeptos estimado, internamente, estos se debaten a diario entre quienes realmente son y quienes la sociedad y reglas del buen vivir esperan que sean. Ellos saben que el cucurucho representa la vida misma y no los simulacros que nos vendemos a diario, pero de todas maneras el tipo ya cansado de fracasar con el cucurucho, se resigna, se aliena, e inevitablemente se vuelca por el vasito fosforescente, desafortunadamente, conformándose con el mísero aguinaldo de un día mas en los bisiestos diría el gran Wimpi.

Estimado, en la antípodas de la vida misma se encuentra el otro tipo de persona que por esto que llamamos mundo, camina. Estos son los adeptos al famoso y crujiente cucurucho. Estos son los que para uno -que no es nada- realmente viven la vida. Cualquiera sabe la delicia que el crocante cucurucho representa para nuestras papilas gustativas, sabido es también que no todos llegan a disfrutar de él a causa del inevitable derretimiento de la crema helada que el cucurucho soporta, y es aquí y en este momento cuando el tipo tiene que elegir que tipo de persona será. La primera opción ha sido comentada antes, pero si en una de esas el tipo decide afiliar al cucurucho, es ahí cuando el tipo esta destinado a vivir la vida. Los cucurucho-adeptos saben que la elección que han hecho no es trivial, saben lo que es hacer el ridículo cuando el helado se derrite, cuando las gentes a su alrededor los juzgan, pero los tipos también saben lo que es deleitar la crema helada con el crujir del cucurucho. Ellos saben que en la vida están las buenas como están las malas , estos tipos no viven simulacros, no, estos nunca le van a dar un pagaré, no son aquellos que salen de la casa con el paraguas por si las moscas. Claro está que usted bien podría argumentar que así terminan también estos, en bancarrota y la mayoría de las veces mojados. Y claro está que cualquiera le podría dar la razón, pero también argumentar que estos tipos verdaderamente son fieles a sí mismos, viven la vida consecuentemente, ellos saben que la vida no viene con abre fácil, le han retirado el velo a la misma, han conocido, han sufrido, se han maravillado, amado y sufrido por amor, pero de todas maneras cambiarían todas sus victorias por al menos un empate con la mas linda del corso.

Estimado, en la vida hay dos tipos de personas, y usted, usted cual es?